miércoles, 8 de abril de 2015

Coaching de salud: una transformación personal saludable


La mayoría de los pacientes a la salida de una consulta médica sale cargada de indicaciones medicamentosas, y un sinfín de sugerencias y consejos médicos orales y escritos amén de una sentencia lapidaria final: “Debes cambiar tu estilo de vida y adoptar hábitos saludables en general si quieres mejorar tu salud y calidad de vida” enfrentándose a  menudo ya en casa con el dilema: ¿y cómo puedo cambiar?

Un síntoma, una enfermedad, una carencia, pueden provocar una necesidad más o menos intensa de modificar algo en la propia vida. Sin embargo, como bien sabemos, a veces el simple deseo de generar un cambio no basta para que éste se haga realidad.
Quien consulta a un médico o a cualquier profesional de la salud, lo hace buscando apoyo frente a algún tipo de malestar físico o emocional. Al acoger y escuchar al paciente, inmediatamente surge la necesidad de ofrecer soluciones y ayudar a generar un cambio positivo; pero la buena intención con frecuencia no basta, derivando  en desánimo, al comprobar que los consejos y las prescripciones no son seguidos por el paciente como debería ser

En los últimos tiempos estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la atención sanitaria. Antiguamente el profesional de la salud era el único que desempeñaba un papel activo en la consulta, dado que se le creía poseedor de todo el conocimiento, mientras que el paciente permanecía ignorante y pasivo a la espera de indicaciones. Ahora los médicos y otros profesionales se encuentran en una situación difícil, pues, los pacientes no se conforman ni obedecen a ciegas las indicaciones dadas, quieren decidir sobre los temas que conciernen a su salud, y disponen de mucha información, frecuentemente proveniente de internet, en ocasiones mal utilizada.

El modelo paternalista de atención en salud se encuentra actualmente en crisis, por tanto, es preciso iniciar una relación de ayuda no tan desigual sino más igualitaria. Establecer un contrato entre el saber del profesional con la responsabilidad del paciente frente a su propia salud, utilizando su experiencia y su conocimiento personal. Y es aquí donde el coaching, como método basado en la comunicación, resulta una herramienta enormemente útil.
Una comunicación efectiva ayuda a abrir ventanas, clarificar, encontrar nuevos objetivos y, sobre todo, ponerse en acción. La motivación es el verdadero motor que genera el cambio. La salud, nuestro bien más preciado, exige a un compromiso con uno mismo. Por eso, ante la enfermedad o el malestar, los profesionales de la salud son más eficaces si en lugar de ofrecer respuestas o soluciones rápidas, son capaces de estimular la curiosidad, abrir preguntas, y generar la reflexión en sus pacientes.

Hay un trasfondo psicológico detrás de las quejas, padecimiento y demandas de los pacientes; sabemos que en muchas dolencias las causas físicas y anímicas son difíciles de separar. Ocurre así, por ejemplo, en la fibromialgia, en los problemas digestivos y de piel, el insomnio, las contracturas musculares…
Los síntomas señalan una zona de conflicto sobre la que hay que indagar. Y cuando la persona logra aclarar, con o sin ayuda, sus propios enigmas está más dispuesta a comprometerse en su resolución. Ciertas habilidades de comunicación pueden dar un giro sustancial al proceso de cambio de una persona.

El coaching de salud es el instrumento que se utiliza para ayudar a la persona a descubrir sus propios objetivos en términos de salud y a encaminarse hacia ellos. Si se pregunta a un paciente qué es lo que más valora del encuentro con un médico o un profesional de la salud, muchas personas responden sin dudar que “el sentirse escuchado y comprendido”. Sin embargo, en la práctica médica convencional los profesionales disponen de escasa formación en este campo y necesitan por lo tanto nuevos recursos terapéuticos.

Es de importancia vital y determinante en la atención sanitaria el uso de “habilidades comunicativas”, pues son la clave para estimular y propiciar el cambio y la transformación personal del paciente; motivarlo e incentivarle la adopción de nuevos estilos de vida, cuya consecuencia redunde en una real y efectiva mejora global de su estado de salud y por ende en el bien-estar de su Ser en forma integral.

#EntrenamientoSaludable

@DraEmiliaLee


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