La mayoría de los pacientes a la salida de una
consulta médica sale cargada de indicaciones medicamentosas, y un sinfín de
sugerencias y consejos médicos orales y escritos amén de una sentencia
lapidaria final: “Debes cambiar tu estilo
de vida y adoptar hábitos saludables en general si quieres mejorar tu salud y calidad
de vida” enfrentándose a menudo ya
en casa con el dilema: ¿y cómo puedo
cambiar?
Un síntoma, una enfermedad, una carencia, pueden
provocar una necesidad más o menos intensa de modificar algo en la propia vida.
Sin embargo, como bien sabemos, a veces el simple deseo de generar un cambio no
basta para que éste se haga realidad.
Quien consulta a un médico o a cualquier profesional
de la salud, lo hace buscando apoyo frente a algún tipo de malestar físico o
emocional. Al acoger y escuchar al paciente, inmediatamente surge la necesidad
de ofrecer soluciones y ayudar a generar un cambio positivo; pero la buena
intención con frecuencia no basta, derivando en desánimo, al comprobar que los consejos y
las prescripciones no son seguidos por el paciente como debería ser
En los últimos tiempos estamos asistiendo a un cambio
de paradigma en la atención sanitaria. Antiguamente el profesional de la salud
era el único que desempeñaba un papel activo en la consulta, dado que se le
creía poseedor de todo el conocimiento, mientras que el paciente permanecía
ignorante y pasivo a la espera de indicaciones. Ahora los médicos y otros
profesionales se encuentran en una situación difícil, pues, los pacientes no se
conforman ni obedecen a ciegas las indicaciones dadas, quieren decidir sobre
los temas que conciernen a su salud, y disponen de mucha información,
frecuentemente proveniente de internet, en ocasiones mal utilizada.
El modelo paternalista de atención en salud se
encuentra actualmente en crisis, por tanto, es preciso iniciar una relación de
ayuda no tan desigual sino más igualitaria. Establecer un contrato entre el saber del profesional con la responsabilidad del
paciente frente a su propia salud, utilizando su experiencia y su conocimiento
personal. Y es aquí donde el coaching, como método basado en la comunicación,
resulta una herramienta enormemente útil.
Una comunicación efectiva ayuda a abrir ventanas,
clarificar, encontrar nuevos objetivos y, sobre todo, ponerse en acción. La motivación es el verdadero motor que
genera el cambio. La salud, nuestro bien más preciado, exige a un compromiso
con uno mismo. Por eso, ante la enfermedad o el malestar, los profesionales de
la salud son más eficaces si en lugar de ofrecer respuestas o soluciones
rápidas, son capaces de estimular la curiosidad, abrir preguntas, y generar la reflexión
en sus pacientes.
Hay un trasfondo psicológico detrás de las quejas,
padecimiento y demandas de los pacientes; sabemos que en muchas dolencias las
causas físicas y anímicas son difíciles de separar. Ocurre así, por ejemplo, en
la fibromialgia, en los problemas digestivos y de piel, el insomnio, las
contracturas musculares…
Los síntomas señalan una zona de conflicto sobre la
que hay que indagar. Y cuando la persona logra aclarar, con o sin ayuda, sus
propios enigmas está más dispuesta a comprometerse en su resolución. Ciertas
habilidades de comunicación pueden dar un giro sustancial al proceso de cambio
de una persona.
El coaching de salud es el instrumento que se utiliza
para ayudar a la persona a descubrir sus propios objetivos en términos de salud
y a encaminarse hacia ellos. Si se pregunta a un paciente qué es lo que más
valora del encuentro con un médico o un profesional de la salud, muchas
personas responden sin dudar que “el sentirse escuchado y comprendido”. Sin
embargo, en la práctica médica convencional los profesionales disponen de
escasa formación en este campo y necesitan por lo tanto nuevos recursos
terapéuticos.
Es de importancia vital y determinante en la atención
sanitaria el uso de “habilidades comunicativas”, pues son la clave para estimular y propiciar el cambio y la transformación personal
del paciente; motivarlo e incentivarle la adopción de nuevos estilos de vida, cuya
consecuencia redunde en una real y efectiva mejora global de su estado de salud
y por ende en el bien-estar de su Ser en forma integral.
#EntrenamientoSaludable
@DraEmiliaLee
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