La enfermedad es un mensaje, una alerta, un llamado de
atención, que el cuerpo nos manda para ayudarnos a tomar consciencia de una
forma de pensar y de sentir que nos está perjudicando (desarmonizando). La
medicina como la conocemos hasta ahora, sigue creyendo y planteando que la
enfermedad es un obstáculo para la felicidad del ser humano, por ello “lucha
contra ella”, tratando los síntomas sin tomar en cuenta su causa profunda no
orgánica.
La medicina de hoy aún se aboca a curar, dejando de
lado que lo más importante es sanar.
La enfermedad es una circunstancia, un evento, una
creación; no es inherente a nuestro Ser, lo que si es inherente al Ser es estar
sano; la enfermedad es un problema adquirido, que nos brinda la oportunidad de
equilibrar y armonizar nuestro Ser.
El cuerpo físico no es la causa de las enfermedades,
por si mismo no puede hacer nada; pues la vida que lo mantiene viene del alma,
del espíritu. El cuerpo es simplemente el reflejo de lo que sucede en el
interior de nuestro verdadero Ser.
En esta tónica, haciendo lecturas humanísticas,
aproximaciones psicosomáticas y hasta metafísicas; relacionadas con el Sentir y
el Ser, me he encontrado con este tópico que habla de las mujeres cuando
“enferman” de las mamas, de la terapeuta Lise Bourbeau, que a continuación les
comparto, convencida cada dia más de la premisa que aprendí en mi paso por la
escuela Neijing de Medicina Tradicional China que reza que “la enfermedad no
existe, lo que hay es enfermos”
“Los senos son un lazo directo con nuestra manera de
amamantar, ya sea a nuestros hijos, nuestra familia, nuestro cónyuge o al mundo
en general. Tener un problema en un seno, se relaciona con un sentimiento de
inseguridad con respecto a nutrir bien o proteger a aquellos que uno amamanta.
Amamantar significa que se sigue tratando al otro como si fuera un niño
dependiente de su madre. Es posible que la persona con un problema en el seno
sea del tipo que se esfuerza por mantener una apariencia maternal, o que se
preocupa demasiado por los que ama en detrimento de sus propias necesidades.
Así, de manera inconsciente, está resentida con ellos
porque no tiene tiempo para sí misma a causa de sus numerosas demandas. Suele
ser una persona muy controladora en su manera de amamantar a los demás. Este
tipo de problema puede también significar que la persona se exige demasiado,
que se cuida hasta el punto de ser excesivamente prudente. Para una persona
diestra, el seno derecho está relacionado con el cónyuge, su familia u otras
personas cercanas a ella. Su seno izquierdo se relaciona más con su hijo (o
incluso con su niño interior). Para un zurdo es a la inversa. Si una mujer
tiene un problema en los senos de orden estrictamente estético, recibe el
mensaje de que se preocupa demasiado por su imagen como madre. Debe darse el
derecho de ser el tipo de madre que es y aceptar sus límites.
Al vivir un problema relacionado con tu forma de ser
madre o de amamantar, recibes el mensaje de perdonar a tu propia madre. Si tu
manera de amamantar te ocasiona problemas, es fácil concluir que la manera en
que lo hizo tu madre seguramente te causó problemas.
En lugar de esforzarte o
quejarte por lo que vives, debes darte cuenta de que no viniste a la Tierra
para proteger y alimentar a todos los que amas. Si te piden ayuda y está dentro
de tus posibilidades, debes darla sin ir más allá de tus límites, es decir,
respetándote a ti mismo; no dudes en amamantar, pero hazlo con amor, alegría y
placer. Si no puedes o no quieres ayudar, reconócelo y concédete el derecho de
no hacerlo por el momento. Tus límites actuales no serán necesariamente los
mismos toda tu vida. Tu sentido del deber es demasiado grande, te exiges
demasiado.Debes aprender a ceder ante tus seres queridos. El hecho de que se
vuelvan autónomos no significa que te los arrancan del seno.
El amor maternal
puede permanecer sin que te sientas obligado a amamantar continuamente
@DraEmiliaLee
#EntrenamientoSaludable
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